Una vacuna logra reducir riesgo de VIH

Militares de Estados Unidos y funcionarios de salud de Tailandia anunciaron este jueves en Bangkok los primeros resultados de una vacuna experimental que, aseguran, reduce el riesgo de infección del VIH en más de 31%.

Sin embargo, la vacuna sólo es efectiva contra la cepa de VIH común en Tailandia.

La prueba fue realizada en Tailandia y en ella participaron 16.000 voluntarios, a los que se le inyectó una combinación de dos vacunas experimentales ya existentes. Se trata de la mayor prueba de una vacuna contra el SIDA jamás realizada.

Según se supo, 8.000 mil personas entre 18 y 30 años recibieron una dosis de una vacuna, seguido por una dosis de la otra. A los 8.000 restantes se les dio placebos. Después de tres años, la tasa de infección fue menor en el primer grupo, con 51 personas infectadas, comparada con 74 infectados entre aquellos que recibieron los placebos.

Los resultados fueron recibidos con optimismo, pero también cautela, por la comunidad científica internacional. Se señaló que necesita conocerse más acerca de los mecanismos detrás de la vacuna.

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Según explica el corresponsal de la BBC en Bangkok, Alistair Leithead, la vacuna no estará en las farmacias pronto, pero lo importante es que los avances anunciados este jueves en esa ciudad demuestran por primera vez que sí es posible desarrollar una vacuna.

El proyecto fue financiado por Estados Unidos y llevado a cabo en forma conjunta por el ejército estadounidense, el gobierno y el ejército tailandeses y organizaciones de lucha contra el SIDA.

Joseph Chu, representante de la máxima autoridad médica del ejército de EE.UU. y quien tomó parte en los experimentos, dijo a la BBC que «en un estudio como este, la mitad de los voluntarios reciben la vacuna, mientras que la otra mitad recibe un placebo. Nosotros comparamos la tasa de infección entre los dos grupos. Lo que vimos es que los que recibieron la vacuna mostraron un 31% menos posibilidades de infectarse».

Mega experimento

La prueba comenzó efectivamente en 2003 –aunque comenzó a planificarse en 1991- y los 16.000 voluntarios pertenecen a las regiones de Tailandia más afectadas por el SIDA.

Leithead destaca que los resultados demuestran que la vacuna puede, efectivamente, proteger de la infección. «Es complicado describir los resultados, pero en síntesis reduce el riesgo de SIDA en un 31,2%».

Esto significa que quienes reciben la inyección tienen un tercio menos de posibilidad de contraer el virus del VIH.

«No es suficiente, pero es un paso en la dirección correcta», señala Leithead y explica que estos resultados sirven para continuar las pruebas para desarrollar una vacuna mundial.

Para que llegue al público, una vacuna de ese tipo debe estar 100% comprobada. ¿Cuánto falta para que esto ocurra?

Responde Joseph Chu: «No puedo decir cuánto tiempo tomará, pero lo cierto es que ahora estamos mucho más cerca que antes de que empezáramos esta prueba. Lo que hay que hacer ahora es volver al laboratorio y descubrir cuáles factores evitaron que se presentara la infección. Luego de descubrirlos, ver si podemos mejorarlos. Nos espera mucho trabajo en los próximos años».

El médico del ejército estadounidense agregó que estos resultados se pondrán a disposición de la comunidad científica para que los estudie, pero también para que recomiende qué dirección tomar ahora.

Reacciones positivas

Jane Dreaper, corresponsal de temas de salud de la BBC, señala que los resultados son «modestos». Sin embargo destaca su importancia pues el desarrollo de una vacuna contra el SIDA es particularmente difícil, dado que el VIH afecta duramente al sistema inmunológico.

Organizaciones de lucha contra el SIDA ya han calificado la noticia como un hito histórico.

Fuentes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH-SIDA, ONUSIDA, manifestaron «optimismo» ante los resultados, a los que calificaron como un «avance de gran importancia».

Ambas agencias de la ONU felicitaron «a los investigadores, patrocinadores y voluntarios del experimento que hicieron posibles estos resultados».

En la misma sintonía el Dr. Richard Horton, editor de la prestigiosa revista médica The Lancet, afirmó que los resultados son «tentadores y alentadores» y aseguró que «este descubrimiento es la primera buena noticia sobre la vacuna contra el SIDA en una década. Debemos ser cautelosos pero optimistas».

Por su parte, el profesor Robin Shattock, especialista en infección y transmisión del VIH de la universidad londinense de St George, fue cauteloso.

«(La vacuna) sólo es activa contra las cepas que son prevalentes en Tailandia, por lo que no es ampliamente activa en otras partes del mundo. Y una reducción del 30% no es lo suficientemente alta como para empezar a distribuir la vacuna por todas partes».

Shattock agregó que «el real significado aquí es que podemos hacer un escrutinio riguroso en los individuos que fueron protegidos o infectados y ver por qué el sistema inmune defendió a algunos de ellos. Si entendemos eso, podemos estar en camino de desarrollar una vacuna que sea ampliamente efectiva».

Se estima que unos 33 millones de personas en todo el mundo tienen SIDA.

Fuente: BBC Mundo

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