"Resucitan" bacteria de 120.000 años

Científicos estadounidenses lograron volver a la vida a una bacteria que estuvo sepultada en el hielo de Groenlandia durante 120.000 años.

El diminuto microbio, que fue descubierto y «resucitado» por biólogos de la Universidad Estatal de Pennsylvania, abre la esperanza de que existan formas de vida resistentes a condiciones extremas en otros planetas.

La bacteria, cuya especie hasta ahora se desconocía, fue bautizada como Herminiimonas glacei y es hasta 50 veces más pequeña que la Escherichia coli, una vieja conocida que es responsable de infecciones gastrointestinales.

Los científicos hallaron el microbio a unos tres kilómetros de profundidad en un glaciar groenlandés, en condiciones extremadamente duras para cualquier ser vivo.

«Lo que hace único a este microorganismo es que es muy pequeño y puede sobrevivir a temperaturas muy bajas, con muy pocos nutrientes y oxígeno», dijo a BBC Mundo la doctora Jennifer Loveland-Curtze, cuyo equipo hizo el descubrimiento.

«Su tamaño parece haberle permitido residir en minúsculas vetas del hielo y hurgar en ellas en busca del escaso alimento existente. Quizás esto explique cómo logró sobrevivir tantos años», añadió.

Estado «catatónico»

Loveland-Curtze explicó a BBC Mundo que, cuando ella y sus colegas de la Universidad Estatal de Pennsylvania encontraron la bacteria, no estaba muerta pero tampoco totalmente activa.

«Su ritmo era glacial, si se me permite el término. Su metabolismo era tan lento que probablemente se dividía cada cien o mil años. Sólo hacía lo estrictamente necesario. Quizás esto también haya contribuido a su supervivencia», precisó la bióloga.

Para despertar al microbio de su estado «catatónico», lo mantuvieron durante más de medio año a una temperatura de 2º C y luego otros cuatro meses y medio a 5º C.

La paciencia de los científicos tuvo sus frutos: la Herminiimonas glacei salió de su letargo cuando comenzó a reproducirse y formar colonias de color marrón-violáceo bajo el microscopio del laboratorio.

«Después probamos someter la bacteria a mayores temperaturas, por ejemplo a unos 18º C, y observamos que mantuvo su nivel de actividad», destacó Loveland-Curtze.

¿Vida en otros planetas?

La bióloga estadounidense especuló con la posibilidad de que microbios similares puedan haberse desarrollado en el hielo de otros planetas o lunas, particularmente en los polos de Marte o en el océano congelado de Europa, uno de los satélites naturales de Júpiter.

«Todo lo que podemos decir es que, como el hielo es el mejor medio para preservar componentes orgánicos o células, hay probabilidades de hallar formas de vida en esos sitios», afirmó Loveland-Curtze.

«Tenemos la esperanza de que quizás haya algo allí y podamos localizarlo», añadió.

Con todo, la científica advirtió que no debe perderse de vista lo que aún queda por descubrirse en nuestro propio planeta.

«Los biólogos sólo hemos identificado el 1% de la cantidad potencial de bacterias que hay en la Tierra. Ahora sabemos que podríamos encontrar más microbios en ambientes hostiles antes impensados», concluyó Loveland-Curtze.

Fuente: BBC Mundo

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