Ojalá todas las empresas fueran así…
Si viviera en Japón, definitivamente trataría de conseguirme un puesto en Canon. ¿Por qué? Bueno, porque dos veces por semana, la empresa deja salir antes a sus empleados con una condición: que vayan a sus casas a hacer el amor. A hacer bebés, más precisamente.
Esto es, por supuesto, para aumentar la tasa de natalidad de Japón, que está un poco comprometida. Y no me sorprende, porque entre la devoción que tienen por el trabajo, y la cantidad de gadgets y tecnología que los rodea constantemente… ¿quién tiene tiempo para un poco de diversión piel-a-piel?
La hora de la verdad se sabrá de aquí a unos cuantos meses, cuando la tasa de natalidad comience a subir… o se descubra que los empleados en realidad se iban a jugar con la Wii o al karaoke más cercano.
¿Y ustedes? ¿Qué harían?