Desmitificando: Marcas vs. Nombre de Dominio
El registro de nombres de dominio funciona por orden de llegada, lo que en la doctrina norteamericana se conoce como first come, first serve rule: el que primero llega, registra el dominio. Los organismos encargados del registro de dominios no realizan ningún examen previo para analizar si el dominio solicitado puede generar alguna controversia, por varias razones. En primer lugar, el carácter internacional de Internet, frente al carácter territorial de los registros marcarios, hacen que un examen previo sea, en los hechos, casi imposible. Además, se estimó que un proceso de evaluación u oposiciones trabaría y demoraría el rápido crecimiento de la Red.
Registrar un nombre de dominio es sumamente sencillo (especialmente en los dominios “abiertos”, como los .com, .net y .org) y muy poco oneroso. En algún caso excepcional, incluso puede ser gratuito, como sucede en la Argentina con el registro de los dominios .ar.
En un registro marcario pueden coexistir marcas idénticas, siempre y cuando ellas sean registradas para identificar productos o servicios de distinta naturaleza, es decir, cuando estén registradas en distintas clases. Incluso puede haber marcas idénticas dentro de una misma clase, si las mismas fueron registradas para identificar productos o servicios distintos. Esto es lo que se conoce como “principio de especialidad”. En Internet, en cambio, no pueden convivir dos nombres de dominio idénticos.
Lo dicho se agrava, porque mientras los registros marcarios son territoriales, Internet tiene un alcance masivo mundial, lo cual potencia las posibilidades de que se produzcan conflictos.