Crea tu propia televisión online
Cualquiera puede retransmitir en directo sus contenidos audiovisuales a toda la Red con unas sencillas herramientas 2.0
Toda empresa que se precie, sin importar su ámbito profesional propio, debe tener muy en cuenta aquello relacionado con la comunicación. No hay duda de que, como siempre han defendido los gurús del marketing, tan importante es hacer las cosas bien, como hacerlas saber. Porque de nada sirve ser el mejor si nadie sabe que lo somos.
Y en ese sentido, uno de los medios estrella en cuanto a difusión de información, por su relevancia, su impacto, su poder de atracción y su carácter completo, es la televisión. “Anunciado en televisión” se enorgullecían de recordar antaño (y aún hoy) los fabricantes de productos que basaban sus mejores argumentos de compra en la particularidad de haber protagonizado un spot.
Está claro que, sobre todo a partir de la última década, el concepto “televisión” ha cambiado enormemente, siendo hoy algo mucho más difuminado y etéreo que cuando en España por ejemplo solo existía TVE. Entre la multiplicación de cadenas de TV aparecida a raíz de la implantación de la TDT, y la consiguiente fragmentación de las audiencias, el poder de influencia televisivo se ha matizado. Sin embargo, es un matiz para nada negativo, ya que sin quizás llegar a hablar de una verdadera democratización televisiva, sí podemos alegrarnos de estar viviendo un proceso de evolución social de la televisión. Y eso ocurre, fundamentalmente, gracias a Internet y las nuevas tecnologías, que han abierto un mundo de posibilidades escalables a cualquier sujeto social nunca antes imaginables.
En este sentido, una de las grandes revoluciones audiovisuales que estamos viviendo actualmente al cobijo de la Red 2.0 es el videostreaming en directo. Algo que cuando nos lo cuentan parece mágico, que cuando lo pruebas te das cuenta de lo descaradamente simple que resulta, y que cuando lo analizas detenidamente descubres las importantes posibilidades que presenta.
El live videostreaming online es, como su propia traducción indica, retransmitir contenidos audiovisuales en directo a través de la web. Esto es algo que, a pequeña escala realiza cualquier usuario que conecte con otra persona dónde sea del mundo a través de algún servicio de videoconferencia o VOIP, tipo Skype: una cámara que emite su señal a través de Internet. La diferencia ahora es que el público no es unidireccional, sino, como debe ser, multitudinario. Así, ya no es una persona que se dirige a otra, sino un cúmulo de individuos (una empresa, por ejemplo) que se dirige a otro grupo de personas (todo aquel que esté conectado en directo viendo los contenidos que se emiten).
Dentro de estos parámetros de servicios de videostreaming web encontramos distintas soluciones, que varían según las características que ofrecen a los usuarios, sus modos de suscripción (aunque todas ofrecen servicios gratuitos básicos) y la comunidad que tienen creada a sus espaldas. Ciertamente hay muchas, pero las tres más destacables son Justin.tv, Live Stream, Ustream. Una vez hayamos entrado en las webs correspondientes, en pocos minutos podremos registrarnos y empezar a emitir nuestros contenidos audiovisuales y ir generando un público que podremos atraer previamente a través de las redes sociales convencionales (haciéndole saber cuando y qué retransmitiremos).
Las oportunidades que brindan estos servicios son muchas para los empresarios: crear un canal de TV propio de la compañía, en el que se retransmite información corporativa de interés, microespacios que sirvan de soporte para los clientes, formación a los usuarios, entretenimiento, generación de cultura de marca, fidelización de los clientes, o simple e importantemente, impacto y publicidad. Y es que aunque sea un tipo de tecnología más que consolidada y ampliamente utilizada por muchos usuarios y compañías en todo el mundo, sigue estando muy poco explotada aún en términos comerciales. Aún son muchos los empresarios que no creen en el poder de este tipo de estrategias comunicativas ni saben cómo valorizar la generación y difusión de estos contenidos. Razón quizás no les falte, ya que a veces es difícil entender cuál será la repercusión de estos mensajes audiovisuales y como se traducirá esto en cifras para la empresa. De cualquier modo, está claro que el videostreaming brinda muchas posibilidades a todas aquellas empresas que quieran poner en marcha una estrategia comunicativa moderna y enfocada principalmente al marketing online y con especial interés por las redes sociales.
Y es que este tipo de servicios web destacan por su condición inequívoca de social media, enlazando a su vez con las comunidades más utilizadas (Facebook, Twitter, etc.). Descubrir los usos más adecuados del videostreaming para cada empresa dependerá tanto de las estrategias de MK que quiera seguir, como de las características propias del negocio, que siempre dirigirán los contenidos hacia un sentido u otro.