Argentina a contramano del mundo
El polémico proyecto fue aprobado en general ayer a la noche por 136 votos, contra 61 y 18 abstenciones, en la primera sesión de la Cámara de Diputados luego de las elecciones legislativas de junio. Contó con el respaldo del Frente para la Victoria, el radicalismo, el Movimiento Popular Neuquino (MPN) y Solidaridad e Igualdad (SI), en tanto que el PRO se opuso y la Coalición Cívica se abstuvo. Fueron exceptuadas del alcance de la medida las notebooks y las netbooks.
Gustavo Marconatto, titular de la comisión de Presupuesto, defendió la norma afirmando que se trata de «un proyecto de sustitución de importaciones, fomento a la industria y conservación de puestos de trabajo para mejorar una situación que en la época de los ’90 nos trajo el quebranto de muchísimas empresas».
De acuerdo con lo publicado por la agencia Télam, el diputado sostuvo que la iniciativa busca «sostener la zona de Tierra del Fuego, sus fábricas, trabajadores para darle la alternativa a la generación y fabricación de estos nuevos productos y equipararla con Manaos, Brasil, para promover la instalación de mayores fábricas en nuestro territorio». Y aclaró: «Acá no hay subsidios. No hay mal destino de fondos hay un beneficio impositivo que surge a partir de incluir artículos electrónicos que no estaban en la planilla de impuestos internos a una tasa del 17% y esa razón no es fiscal es salvar las asimetrías con los países del Mercosur».
Como ya se explicó en este medio, el proyecto, ahora con media sanción, busca aumentar un 26% los impuestos internos a una serie de equipos electrónicos que no se fabriquen en Tierra del Fuego; y aplica un IVA del 21% a la importación de ciertos productos que pagaban un gravamen del 10,5%.
En forma paralela, se implementará el decreto 252/2009, que otorga una reducción en la aplicación de impuestos internos a productos eléctricos y electrónicos fabricados, o a fabricarse, en Tierra del Fuego del 61,47%, el cual se aplicará a partir del 1 de septiembre.
Marconatto explicó que la norma «tiene que ver con la decisión del Gobierno de homologar la nómina de bienes gravados por impuestos internos sobre posiciones arancelarias de nomenclatura común del Mercosur » y busca salvar «asimetrías con otros países de la región y abrir camino a la radicación de nuevas empresas». Por su parte, Leonardo Gorbacz, del SI, afirmó que con esta ley «vamos a tener productos nacionales al mismo precio» que los importados.
El presidente del bloque oficialista, Agustín Rossi, aseguró que la idea es «igualar a Tierra del Fuego con los beneficios de la ciudad de Manaos dentro del Mercosur».
En contrapartida, Esteban Bullrich, del PRO; dijo que esta ley significará «un aumento del costo para aquellos argentinos que consumen tecnología», y que generará «una brecha digital» ya que se está «trabando el ingreso de tecnología». Y agregó que no queda claro si se trata de una ley de promoción industrial o de una «ley para mayores recursos para el fisco» y mencionó 10 ítems del Presupuesto Nacional de los cuales se puede sacar recursos «para darle $ 500 millones para Tierra del Fuego».
Sin un plan estratégico
De esta manera, y con el argumento de defender “la industria nacional y sus puestos de trabajo”, Argentina va a contramano del mundo, que incentiva el acceso a la tecnología por parte de usuarios y empresas, y de sus propias acciones en pos de reducir la brecha digital, como la reciente publicación de la Agenda Digital.
En este sentido, Norberto Capellán, presidente de Cicomra (Cámara de Informática y Comunicaciones de la Republica Argentina), dijo a Infobae Profesional que en el marco de la crisis económica mundial, otros países “hacen lo contrario que acá y fomentan estas tecnologías. Por esto, nos parece muy poco razonable estar insistiendo con esto”, y mencionó como ejemplo que en Turquía se redujo el IVA a los productos tecnológicos; en Australia se devuelven impuestos por compra e instalación de PC; en Portugal se subsidia la compra de PC conectadas a la banda ancha; y en China se reembolsa el 13% para la compra de computadoras y electrodomésticos.
No se fomenta la industria nacional sino el ensamblado en Tierra del Fuego de unos pocos, en una provincia cuyo salario promedio es muy superior al del continente, a lo que se suma un alto costo de radicación para las empresas y de transporte, lo que hace imposible su competitividad real, si no es a través de subsidios y este tipo de beneficios.
También es refutable el argumento que habla de defender 1.500 puestos de trabajo en la isla, cuando el sector en el continente da empleo, sólo en forma directa, a más de 6.500 personas, sin tener en cuenta, por ejemplo, los canales de comercialización, que sin duda verán reducidas sus ventas por el inevitable incremento en los precios.